domingo, 18 de octubre de 2009
puntos suspensivos...carta nº 75.
Mi querida Helena:
Una vez que habian pasado algunos dias y mi entorno iba quedándose más tranquilo y confiado, yo sentia que ya habia cumplido bastante contestando a sus llamadas..Esos dias hacia un calor infernal no en vano era principios de Agosto..dejé de contestar las llamadas de nuevo, no comia, (llegué a adelgazar 11 kgs en un par de semanas) y mi única actividad era asomarme al cristal de la puerta de acceso a la terraza, aquella posición me permitia controlar absolutamente cada persona que entrase por la puerta..
Estaba dudosa sobre si entraria gente normal, vistiendo normal y hablando normal o si por el contrario entraria un comando que acercandose a mi puerta la derribarian de un plumazo..solo pedia saber quien de todos aquellos seria el primero en entrar a rescatarme o los que venian a matarme o aquellos que me llevarian a una nueva vida donde estaria completamente alejada de todas aquellas personas a las que amaba..
Y así con el trascurrir de los dias y al ver que de nuevo no contestaba a las llamadas mi hermana decidió pasar a la acción.
Una mañana el teléfono (que aún estaba conectado) comenzó a sonar de forma insistente. Yo le dejaba una y otra vez hasta que empecé a pensar que no podia ser nadie conocido sino que las nuevas instrucciones me llegarian via llamada teléfonica..así que despues de miles de tonos me decidí a contestar.
Mi sorpresa vino cuando al otro lado de la línea la voz de mi hermana me preguntaba, como si nada ocurriera:
- Violeta que tal estas?...
- Silencio...Bien, escucha estaba en el baño te tengo que dejar que he salido deprisa y corriendo y tengo el pelo mojado.
- Espera, espera...sabes que pasa? estoy con Antonio en Alcalá que hemos venido a dar un paseo y he pensado que podiamos pasar a buscarte e ir a comer a algún sitio que conozcas y que te guste..vale?, pasamos a buscarte en media hora si quieres..
- Mi hermana jamás habia venido de excursión asi por las buenas y menos con Antonio al que los fines de semana le gustaba quedarse en casa a descansar del trabajo...así que aquello me sonó a encerrona y mi cabeza comenzó a buscar una excusa lo más convincente posible..por nada del mundo saldria de casa con la que estaba cayendo.
- Lo siento si habeis venido para vigilarme ya os podeis dar la vuelta, eso de que habeis venido de pura casualidad no se lo cree nadie, asi que dejarme tranquila, estoy bien, simplemente me apetece estar en casa tranquila..venga te dejo y ya hablaremos otro dia..un beso.
- Violeta, espera no cortes por favor, si no quieres ir a comer no vamos pero dejame que vayamos a tu casa te doy un beso, veo si estás bien y si no quieres salir nos vamos..
- Viendo que yo me cerraba en banda fué Antonio el que se puso al teléfono.
- Violeta hemos venido hasta aquí porque te queremos y estamos preocupados, dejame que pasemos a verte, si no quieres ver a tu hermana subo yo en un momento te veo y ya está.
- Dejazme en paz!, estoy harta de que todos querais dirigir mi vida. Vivo sola y solo quiero vivir como me da la gana y en este momento quiero que me dejeis en paz...Colgué el teléfono.
Pasados unos minutos el portero autómatico comenzó a sonar con insistencia....agotada de tanto pìtido me dispuse a contestar.
- Quien es?.
- Violeta soy Antonio, por favor dejame subir..comenzó a llorar. Te lo pido por favor dejame que suba y vea que estás bien.
- Dile a mi hermana que me tiene harta de que me esté acosando como lo esta haciendo..marchaos.
- Violeta por favor, subiré yo solo tu hermana se quedará en la calle pero solo quiero verte, darte un beso e irme...
- Está bien, sube, pero no quiero ver a mi hermana ( en ese momento la odiaba por intentar sacarme de mi casa en un momento trascendental para mí, sin respetar mis opiniones).
A los pocos minutos Antonio estaba tras la puerta. Cuando le abrí y me vió comenzó a llorar. Estaba tremendamente delgada, le miraba con los ojos llenos de rabia. Solo entreabrí la puerta, él intentaba hacerme abrir del todo hasta que lo consiguió...seguidamente la presencia de mi hermana detrás de él me hizo flaquear, ella también lloraba.
Violeta por favor, no sabemos que te pasa, pero no estás bien dejanos hacer algo por favor. yo seguia negandome, hasta que Antonio me dijo,...- mira haremos una cosa, dejanos llamar al 112, si ellos dicen que todo está bien nos iremos y por fin te dejaremos en paz.
Era imposible zafarme de ellos, asi que no me quedó más remedio que acceder, sabiendo que una vez más cuando llegaran los médicos les convenceria de que todo estaba correcto y simplemente tenia una familia que me estaba acosando.
La maleta esperaba camuflada para que nadie la viera en el dormitorio pequeño..esperandome.
Hasta mañada mi querida Helena.
Violeta.
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