domingo, 12 de julio de 2009
Mi querida Helena...carta nº 56
Mi querida Helena después de lo que te conté, entenderás que hoy no tengo ganas de seguir con mis relatos, ...pero te voy a dejar un poema, que parece un poco triste, pero que estoy segura que mañana me ayudara a empezar la remontada de nuevo, espero que te guste:
SUEÑOS CUANDO SE APAGA EL ALMA..
Podia oler el salitre del mar.
podia ver el azul intenso del mediterráneo,
se veia sentada sobre un pareo de rapa-nui,
con su sombrerito de paja marrón,
podia sentir su cuerpo bañado por las olas,
mecerse por ellas,
sentirse una sirena despues de tantos años,
Sentarse al atardecer a leer un libro gordo,
estar en silencio,
sin nadie que la sintiese loca,
tomarse una cerveza en un chiringuito y mirar a la gente pasar,
pero todo eso solo era un sueño,
y mientras llegaba su alma se iba apagando poco a poco.
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5 comentarios:
"sin nadie que la sintiese loca". Lo importante es que ella misma no se sienta una loca.
No hay cosa más hermosa que compartir, ya sea un dulce, un helado, un rato o simplemente unas palabras colgadas en la red, para que alguien, a lo mejor al azar, llegue a ellas y se quede enganchado en su magia, en su poder de seducción... gracias, desconocida, por compartir con otro desconocido tus hermosas experiencias.
http://pulguitaatodogas.blogspot.com/
Se siente adentro el poema, hay un acento que pesa y tiene visos de desgarre, duelen...me encantan esos versos... Un abrazo, encanto.
Bonito poema que describe el sentir de una forma dulce y amarga a la misma vez.
Sentimiento que se enciende y se apaga..
Un beso.
Sin embargo se trata de un sueño factible, alcanzable...
Por eso me ha sorprendido el final inesperado.
Espero que sigas soñando. Sólo así tiene sentido la vida.
Un abrazo
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