Para Helena.................carta nº 39

Erase una vez una luna llena hemosa, llena , plateada, dibujando un rayo de plata sobre un mar negro...ella estaba en la orilla dejando que sus pies se hundieran en la arena,haciendo que las olas cimbrearan su cuerpo..

Recordaba poemas una y mil veces leidos, recordó a la Storni y su dolor....se habia puesto un vestido de lino blanco, un vestido que dejaba traspasar el aire húmedo de la noche.

En medio de los recuerdos de los poemas recordó lo mucho que le gustaba vivir, pero añoraba la falta de dolor, la falta de fuerza, y lloro, lloro por una vida llena de canceres, mielinas rotas hasta llegar a la locura....pero aun le quedaba la ESPERANZA, no sabia como pero aún la tenia...siempre habia algo que tenia ganas de ver, algo aunque fuese mirar la caja boba durante horas....queria vivir, cuerda, pero vivir.

Bajó los tirantes del vestido, lo dejó caer en la arena y sin contener las lagrimas se metio en agua dejando que la sal, se llevara todo lo amargo de la vida...sabia que saldria de allí como una nueva mujer...al menor por un instante, nueva...

Mi querida helena ...carta 36

.

Te escribo este relato para que entiendas la mujer que se escondia tras en Nabilone, por supueto es una fantasia.

"Que alivio por fin se habia ido. Sus manos empezaron a temblar, oyó el ascensor y en ese instante se quitó las sandalias y subió con ellas en la mano a la que era su habiación.

Habia comenzado a llover, pero sabia que ese no seria un obstáculo. Tenia el gesto serio pero tranquilo. Abrió la doble ppuerta de climalit que daba acceso a la terraza desde la que se asomaba y empezó a quitarse la ropa, despacio, saboreando cada instante de modo que cada movimiento como si de una soreografia se tratara.

Una brisa fria y húmeda le caló los huesos, haciendo que sus pechos se estremecieran y empeñzó a dejarse envolver por muchas sensaciones,

Levantó la cabeza queriendo ser dueña del aire que entraba en sus pulmones.La bahia tenia ese color azul y plata que tanto le gustaba, el agua formaba pequeños charcos y ella sentia sus pies tan frios!. Con la lluvia ninguna de las pocas personas que caminaban por el paseo miraban hacia ella, eso hizo que se sintiera cómoda, alli de pie desnuda mirando el mar. Recordó la noche de San Juan. Miraba las hogueras y olia el tantam de los tambores y en la playa y ella queria mezclarse con ellos.

Mancharme de sardinas,emborracharse, contar historias de miedo y de meigas que hacian un conxuro que le llevara volando hasta él y se imaginó con su falda roja , larga de encaje bajar a la playa y descalza caminar por la orilla, dejando que la sensación de cosquillas en sus pies le envolviera en aquella sombra de fiesta, sexo, música y sentia ganas de bailar la danza del fuego como en "la isla de las tres sirenas" frenética, sensual buscando con sus ojos al hombre que seria su compañero...y ahí sontió algo mas que agua corriendo por sus piernas.

- Estás loca?, que haces ahí lloviendo.

- Nada ya entro, me estaba ahogando de calor.

Habia olvidado que solo habia bajado a tirar la basura...

Es una fantasia como la mayoria de aquellos relatos. Un beso guapa.

Mi querida Helena...carta nº 35

La vida transcurria tranquila, Mario estaba cada vez mas tranquilo. Recuerdo un dia que fuimos al cine a ver los Puentes de Madisón, yo lloraba por él, la protagonista se queda con su marido al final, el no se lo que pensaba..

Empezamos a viajar, (fueron millares de ellos). El primero fue a un lugar llamado Bucios que está en Brasil está lleno de argentinos porque no están muy lejos. Estabamos en un hotel que bajabas unas escaleras y accedias a una cala pequeñita pero
ya sabes que me gusta madrugar en el mar, Bajaba a eso de las 9 y a las 11 ya estaba tomando camarones con caipiriña,cuando bajaban Mario y Pablo yo estaba leyendo y disfrutando de las olas del mar..

Los atardeceres eran maravillosos. Recuerdo un dia en la habitación (toda pintadas de azul añil)se veia por la ventana dos hombres pescando, solo la silueta en negro y el sol metiendose al fondo. Yo solo queria salir a la terraza y hacer el amor...pero aún no era su momento...ella era un fantasma entre los dos...


Podia oler el salitre del mar.
podia ver el azul intenso del mar
se veia sentada sobre un pareo de rapa-nui,
con su sombrerito de paja marrón,
podia sentir su cuerpo bañado por las olas,
mecerse por ellas,
sentirse una sirena despues de tantos años,

Sentarse al atardecer a leer un libro gordo,
estar en silencio,
sin nadie que la sintiese loca,
tomarse una cerveza en un chiringuito y mirar a la gente pasar,
pero todo eso solo era un sueño,
y mientras llegaba su alma se iba apagando poco a poco.

Un abrazo Violeta,