martes, 8 de diciembre de 2009

Buscando a Violeta...borrador nº 1.




Erase una vez un niña alegre, morena, con la cara redondita como una muñeca y unas pecas alrededor de la nariz que le hacien parecer muy graciosa, ah! y unos ojos grandes muy expresivos.

Desde chiquitita sabia que con sus risas se ganaba el favor de cuantos le conocian, a la vez que todos le recordaban "lo graciosa" que era en comparación con su hermana a la que todos describian como una belleza.

Ella solo queria ser tan guapa como ella,por eso el dia que le dijeron que tenian que ponerle gafas, solo se le pasó por la cabeza deshacerse de ellas.

Odiaba su pelo negro y "fosco", ella queria aquella melena rubia y lacia. Se preguntaba porqué sus ojos no tenian ese color verde y esa caida que tenian los de ella..

Pero si habia algo que le torturaba eran sus rodillas. Ella decia que el hueso se salia hacia afuera y en cambio los de ella eran rectos haciendo parecer sus piernas dos columnas perfectas y largas.

Adoraba estar enferma para que le diera fiebre, porque así le decian que creceria..pero nunca llegaba al final de la cama.

Sus primeras gafas, como no habia dinero fueron las más baratas, redonditas, de pasta color caramelo..se queria morir.

En cuanto pudo las perdió y la bronca fué monumental. Cuando no las perdia, las rompia, hasta que no pudo deshacerse de ellas nunca más.

Las risas y las bromas tapaban su realidad y en medio de ellas a los 9 años planificó la huida física de aquella casa del horror. Este era su plan. Juntaria 25 pesetas, con ellas pagaria un billete de metro, después iria a la estación, se subiria a un tren de polizonte y se iria a Francia. Como ella tenia que ser extremadamente puntual a su llegada a casa, su madre al ver que no llegaba saldria a buscarle a la plaza. Al ver que no estaba jugando, iria a casa de las vecinas y para cuando la policia entrase en acción ella ya estaria lo suficientemente lejos..

Nunca llegó a irse, pero nunca volveria a ser parte de ellos.

Era un bicho raro en el colegio. Mientras las compañeras iban a misa a ella la llevaban a una iglesia protestante. Un dia le pillaron un folleto de la misma y pasó a ser la hereje, la protestante...el mismísimo diablo.

En medio de todo llegó él..Antonio, el mellizo de otro chico, eran el moreno y el rubio..le adoraba. En el patio del colegio cuando él pasaba, ella cerraba los ojos y cantaba Strangers in the night,... cuando los abria él estaba mirándole fijamente.

Un dia Antonio, dejó de hablarle, se cruzaba de acera para no tener que hacerlo. Ella lloraba, se preguntaba una y otra vez porqué actuaba así, jamás entendió que habia hecho para que él dejara de mirarla.

Hace dos años, en una charla su madre jactándose de lo mucho que habia sufrido para que fuesemos dos niñas como dios manda, le contó como fué a casa de Antoinio y le contó a su madre como su hijo me perseguia y que no estaba dispuesta a que me hiciera una desgraciada..y así fué como ella habia segado su primer amor.

Dos o tres años despues de aquello, con 12 o 14 ella supo que Antonio habia entrado de aprendiz en una farmacia y entonces decidió que iria y le pediria una caja de barbíturicos(era tan inocente que creia que era tan facil como comprar aspirinas) que necesitaba su madre y él que aún la queria se los daria.

Ella aprovecharia el primer momento de soledad para tomárselo y así le haria pagar por no haberla querido, porque ella no habia sido esperada como "la mayor", ella llegó como llega el invierno después del otoño.

A pesar de todo, no dejó de reir, no dejó de mimar, no dejó de cantar...solo se meaba por las noches y cuando la humedad le despertaba, se inclinaba de rodillas pidiendole a un dios de humo que borrase la mancha...la mancha se secaba y al levantarse feliz de que se hubiese obrado el milagro, ella llegaba.., abria las sábanas y el cerco estaba allí...una vez más estaba allí...

Violeta.