domingo, 21 de junio de 2009

Mi querida Helena...carta nº 35

Posted by Picasa



La vida transcurria tranquila, Mario estaba cada vez mas tranquilo. Recuerdo un dia que fuimos al cine a ver los Puentes de Madisón, yo lloraba por él, la protagonista se queda con su marido al final, el no se lo que pensaba..

Empezamos a viajar, (fueron millares de ellos). El primero fue a un lugar llamado Bucios que está en Brasil está lleno de argentinos porque no están muy lejos. Estabamos en un hotel que bajabas unas escaleras y accedias a una cala pequeñita pero
ya sabes que me gusta madrugar en el mar, Bajaba a eso de las 9 y a las 11 ya estaba tomando camarones con caipiriña,cuando bajaban Mario y Pablo yo estaba leyendo y disfrutando de las olas del mar..

Los atardeceres eran maravillosos. Recuerdo un dia en la habitación (toda pintadas de azul añil)se veia por la ventana dos hombres pescando, solo la silueta en negro y el sol metiendose al fondo. Yo solo queria salir a la terraza y hacer el amor...pero aún no era su momento...ella era un fantasma entre los dos...


Podia oler el salitre del mar.
podia ver el azul intenso del mar
se veia sentada sobre un pareo de rapa-nui,
con su sombrerito de paja marrón,
podia sentir su cuerpo bañado por las olas,
mecerse por ellas,
sentirse una sirena despues de tantos años,

Sentarse al atardecer a leer un libro gordo,
estar en silencio,
sin nadie que la sintiese loca,
tomarse una cerveza en un chiringuito y mirar a la gente pasar,
pero todo eso solo era un sueño,
y mientras llegaba su alma se iba apagando poco a poco.

Un abrazo Violeta,

4 comentarios:

€_r_i_K dijo...

Bonito paisaje has dibujado con tus palabras.....Buena terapia, para practicarla todos los días...


Abrazos...

Habitaciones rojas, pensamientos negros dijo...

Bonito relato nos has traido hoy...

Beso rojos,
HR.

BUENAS NOTICIAS dijo...

Qué maravillos el atardecer en la playa que describes. Y el volver a sentirse una sirena. A veces, la vida nos regala espacios de paz y debemos saber disfrutarlos. Me encantó, Violeta.
Un abrazo fuerte

Andrea Bermúdez M. dijo...

Me encanta esa canción.